Jesús Guédez

Jesús Enrique Guédez (1930-2007)

Poeta y cineasta venezolano.

                                              

“Premio Universidades Nacionales, 1954. Con el libro Las naves»

«Premio Nacional de Cine 1994»

 Articulo escrito por Óscar Lucién

 

Son varios los episodios que condujeron a Jesús Enrique Guédez a la creación cinematográfica. Pero en su memoria de poeta podemos rescatar tres momentos determinantes: “Desde pequeño, en esos pueblos donde pasé mi infancia siempre me intrigaron aquellas fotografías colgadas en las paredes, en las zonas de mayor penumbra de las casas, detrás del postigo de una ventana, cubiertas por la sombra de un árbol. Y yo sentía que esas fotos me veían desde esa penumbra”. Bajo la presencia de esas imágenes primigenias que inundan su sensibilidad, Jesús Enrique Guédez, nacido en Puerto Nutrias (Edo. Barinas) el 8 de septiembre de 1930, nos ofrecerá su visión del mundo como poeta y cineasta.

Luego está la experiencia de los fotógrafos ambulantes. El niño Jesús Enrique mira asombrado a aquellos individuos que pasan con unos paisajes (el paisaje del llano, de ríos, de montaña), y fotografían a la gente con esos elementos de fondo. “Aquello era maravilloso- recuerda emocionado el poeta Guédez. Estos fotógrafos revelaban las fotos, que eran en blanco y negro en unos baldes, allí en frente de las gentes, luego las sacaban y las coloreaban con unos pinceles. Era asombroso ver aquellas fotos, que eran en blanco y negro en el balde, y luego cuando las ponían a secar aparecían en color. Era un acto de magia. Además a la gente le quitaban las arrugas, les ponían corbata”. Hasta ahora Jesús Enrique Guédez es sólo un asombrado espectador, pero en una de esas lejanas Navidades

le regalan un juguete maravilloso; una caja pequeña con un diminuto visor y una manilla que al girarla permite ver una sucesión de figuras en celuloide: un camello, un rey. Y con todo lo impresionante que puede ser mirar un camello y un rey en el Puerto Nutrias natal, luego de innumeras repeticiones había que inventar imágenes propias. “Cuando nosotros nos cansábamos de ver lo mismo, hacíamos nuestras propias tiras. Destapábamos la cajita y con papel de cigarrillos dibujábamos pequeñas historias y la pasábamos en esas cajitas”. Del cine propiamente, Guédez conoce poco. Las películas las llevan  a Puerto Nutria unos señores en una canoa. Años más tarde en la población de Guasdalito (1942) donde continúa sus estudios, ve cine sonoro por primera vez. “Con la fortuna que al lado de la casa en que vivíamos, quedaba la sala de cine. Entonces, nosotros nos subíamos  a un árbol y desde allí veíamos, gratis, las películas”.

Pero está también la relación con la palabra, con lo poético. En el pueblo no habían libros, en la casa no habían libros. El único libro era el del maestro con el que daban las clase.

Culmina el bachillerato en el 50 y se gradúa en Comunicación Social en 1963. Después de muchas interrupciones, por la cuestión política, la clandestinidad y los sucesivos cierres de la Universidad Central de Venezuela donde cursa su licenciatura. Cuando la Universidad permanece cerrada se inscribe en una Escuela de Arte, estudia actuación en una escuela de cine que había por El Cuño, donde estaba Luis Salazar, el actor. Se vincula con las cuestiones artísticas de la capital. En 1959 recibe el Premio Universidades Nacionales de Poesía, que es un premio muy importante. Se lo entrega el maestro Pablo Casal en un concierto, en presencia del Rector Pizzani.

 

Amante de la poesía italiana, cuando termina la Universidad, en el 63, viaja a Italia. En la prueba de admisión en el Centro Experimental de Cinematografía, en Roma, tiene la opción de presentar un ensayo sobre la poesía y el cine. Anexa, además  sus libros La naves y Sacramentales, ya publicados en Venezuela. Es admitido y estudia dirección cinematográfica durante un año.

Regresa a Venezuela y retoma su puesto en el Ministerio de Sanidad, donde le encargan realizar sus dos primeros documentales Donde no llega el médico y Gastroenteritis.

Más tarde con el patrocinio de la Universidad Central de Venezuela realiza La ciudad que nos ve que era parte del Estudio de Caracas,  una investigación en la que participan, entre otros, los académicos Rodolfo Quintero y Alfredo Chacón, y que contempla la realización de doce cortometrajes. Sólo se hicieron dos,  La ciudad que nos ve dirigido por Guédez y otro que hizo Julio Cesar Mármol, antiguo condiscípulo de cuando era estudiante en el Centro Experimental de Cinematografía.

En la década de los 60 conoce a Joris Ivens en una visita que éste hiciera a Venezuela. Junto a Guédez y otros cineastas, Ivens sube a los cerros de Caracas y es ahí donde le proponen al cineasta extranjero que realice un documental sobre la realidad venezolana. Pero Ivens les contesta que nadie puede conocer mejor esa “realidad” que los propios venezolanos. Y es en base a esa experiencia, que Guédez se encamina a realizar el documental “La ciudad que nos ve” en 1966, en el cual deja un testimonio sobre la pobreza y la represión que se vivía en la época. Este documental es de las primeras obras en Venezuela que le dan la cara a su pueblo, y con ello Guédez se instala dentro de la corriente social que el cine latinoamericano está buscando para esa época.

 

Miembro fundador del Grupo Tabla Redonda (1960), a partir de 1968 se vincula a la Universidad Central de Venezuela, primero como profesor invitado y luego, en 1974 como profesor regular en  la Cátedra de Cine de la Escuela de Comunicación Social.

 

 

Militante comunista, dirige una publicación llamada Mundo Obrero en la época de Pérez Jiménez. En la época de la subversión armada acepta disciplinadamente la decisión del partido y tiene como tarea entrenar “cuadros” en el campo cinematográfico para realizar  registros documentales.

 

Jesús Enrique Guédez no establece distinción entre documental y ficción: ambas surgen de la referencia a lo real, a lo social. En su película Juego al general , por ejemplo, hay una participación activa de la gente del pueblo, el resultado es una combinación de documental, de la experiencia vivida, y la ficción escrita por el cineasta. Algo semejante ocurre con el argumento de El iluminado que se origina en una serie de fotos, entrevistas y de una historia que el autor recopila por la región de Yaritagua.

Primer Presidente de la ANAC

 

Entre los premios más importantes recibidos está la distinción a Pueblos de lata en el Festival de Oberhausen.

 

Guédez recibe el Premio Nacional de Cine en 1994.

 

 

Obra poética

Las Naves (1959) (Premio Universidades Nacionales), Sacramentales (1961), Sextantes (1965), Tiempo de los paisajes (1978), El Gran Poder (1991), Cantares de O Gran Sol (1994), Puerteños (cuentos) 1995, y su último libro de poemas, publicado en el 2000, es Viajes del sol y la luna.

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